Antes de emprender tu ruta por Marruecos, deber saber que este País está situado a apenas 14 km del sur de España. Marruecos es uno de los países más visitados del norte de África.Cuenta con una población que ya alcanza los 40 millones de personas, y es uno de los principales destinos turísticos por parte de la población europea.
Ocio, tradición, artesanía o herencia son algunas de sus señas de identidad. Características que hacen de Marruecos ese tipo de países a los que siempre quieres volver. Hoy te presento una ruta el país marroquí, en la que visitaremos algunas de sus ciudades más importantes: Tánger, Rabat, Casablanca y Fez. Una ruta por Marruecos de 7 días que se te quedarán grabados en el corazón.
Tabla de contenido
Día 1: Tánger
El primer día de viaje lo dedicaremos a conocer Tánger, una de mis ciudades favoritas de Marruecos. Tánger es conocida por ser una de las principales puertas de entrada al país marroquí. Ciertamente, me resulta complicado encontrar otra ciudad en el mundo que ofrezca un contraste cultural tan amplio estando, a la vez, tan próxima.
Tánger es una de las principales ciudades de Marruecos. No te resultará muy complicado llegar a ella. Si vienes desde España en coche, deberás utilizar uno de los Ferry que cruzan diariamente el Estrecho de Gibraltar. Tánger es uno de los principales destinos turísticos del país y dispone de una buena red de carreteras. No tendrás problema para desplazarte por la ciudad y sus alrededores.
Hoy en día, Tánger es una auténtica oportunidad como destino turístico. Todavía conserva el encanto de los años 50 pese a que la afluencia turistas es cada vez más importante. Creo que es uno de los últimos años en los que aún vamos a poder respirar ese doble ambiente, pues parece inevitable que el ritmo del aumento del turismo eclipse de alguna manera el ambiente tradicional de la ciudad.
Tánger no tiene demasiada arquitectura tradicional. Por ello te recomiendo que consideres tu estancia en la ciudad como una toma de contacto con el país. La Plaza 9 de Abril es el punto de partida. Es conocida por su Gran Zoco y debes considerarla casi obligatoriamente como tu primera visita. La plaza te dará acceso a unas vistas increíbles. Por un lado podrás contemplar los característicos Jardines de la Mendoubia y por otro el fascinante acceso a la Medina.
Mi lugar favorito en la ciudad es la Medina. Si te dejas perder por sus rincones se te puede pasar el día volando. Relájate, disfruta y empápate de Marruecos al máximo. Si te sobra tiempo antes de volver al hotel, no dejes pasar la oportunidad de visitar el Mercado Central. Por el contraste que ofrece con todo lo que has podido ver hasta ahora, resulta una visita más que obligada.
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Día 2: Tánger-Rabat
Una de mis sensaciones favoritas cuando visito Marruecos es despertarse en Tánger y acostarse en Rabat. Y es que Rabat, pese a ser una de las ciudades menos turísticas de las grandes urbes de Marruecos, es toda una experiencia.
Cuando hago turismo por varias ciudades, siempre intento madrugar al máximo posible, pero cuando se trata de cubrir la distancia que existe entre Tánger y Rabat, es una máxima que no puedo permitirme incumplir. El trayecto entre estas dos ciudades no es muy largo, apenas dos horas en coche. Perfectamente señalizado, no tendrás ningún problema en hacer esta ruta en coche o en 4×4 sin miedo a perderte. El paisaje existente entre estas dos ciudades es precioso, por lo que bien merece la pena no tener ninguna prisa. Incluso puedes detenerte en algún área indicada para ello y tomar unas cuantas fotos. El trayecto costero te regalará unas vistas difíciles de igualar.
Que nadie te engañe, la Kasbah de Rabat no está prohibida a turistas, pese a que exista un rumor que así lo diga. Para mí es la primera visita que hago cuando acudo a la ciudad. La majestuosidad que desprende te dejará prendado.
El barrio antiguo de la ciudad es uno de los más característicos. Rabat todavía ofrece esa sensación de ciudad inexplorada, alejada de los turistas, que tanto me gusta. Por este motivo, bien merece la pena recorrerla entera a pie durante todo el tiempo que tengas libre.
Después de un viaje como este, lo normal es que estés cansado. Disfruta de la Kasbah, la torre de Hassán y el Masuleo de Mohammed V.
Por toda esta zona encontrarás numerosos puestos de comida que te invitarán a sentarte en ellos y admirar la ciudad mientras tomas un buen té. Relájate, Rabat bien lo merece.
Día 3: Rabat
Con un día entero por delante, hay que aprovechar las muchas opciones turísticas que Rabat te ofrece.
Como el día anterior lo habrás dedicado a descansar, te recomiendo encarecidamente que dediques esta jornada a conocer la ciudad a fondo. Puedes visitar la Necrópolis de Chellah, uno de los pocos lugares del mundo que ha albergado a los fenicios, a los romanos y al pueblo árabe.
Otro de los monumentos históricos que más destaca es la mezquita de El Qoubba, uno de los templos más altos de todo Marruecos. Está en plena Medina y, pese a que encontrarla no suele ser tarea fácil para los turistas, lo cierto es que bien merece la pena dedicar tiempo a buscarla.
Caminar por el barrio Judío (el Mellah) también es toda una experiencia. Pese a que en Rabat ya no queda ningún judío, debido al éxodo que experimentó este pueblo hace ya varias décadas, no cabe duda que el barrio judío todavía mantiene la esencia y la personalidad con la que fue construido y, bajo mi punto de vista, es una de las zonas más características que podrás encontrar en la ciudad.
Como no todo puede ser cultura, el eje comercial de Rabat también es una zona muy activa. No solamente por sus tiendas, sino también por su oferta de restauración, el Megamall es una de las zonas en las que puedes terminar el día degustando algunos de los característicos platos de la cultura marroquí.
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Día 4: Rabat – Casablanca
Poco más de 85 kilómetros separan Rabat de Casablanca. Una hora en coche en la que seguiremos disfrutando de la costa marroquí mientras el país continúa regalándonos bellas instantáneas.
Es una ruta en coche sencilla, que no tiene pérdida. Ambas ciudades están muy bien comunicadas entre sí. Casablanca es muy diferente a lo que has podido ver hasta ahora. Su visita es una de las que espero con más ganas cada vez que hago una recorrido por Marruecos. Al llegar a Casablanca da la impresión de que ha recibido el influjo de muchas otras ciudades del mundo.
Solo tienes que fijarte en la manera de vestir de sus gentes, tanto hombres como mujeres, en su arquitectura o incluso en el ambiente que se respira. Parecerá que hayas salido de Marruecos… a apenas 80 kilómetros de distancia de sus principales ciudades.
Te sorprenderá el paseo que te lleva del centro de la ciudad a la Mezquita Hassan II, uno de los templos más importantes de la Casablanca. Podrás observar el lujo de esta ciudad, con los enormes rascacielos que hay a lo largo de este recorrido y la parte más tradicional situada al final, frente a la muralla que rodea a toda la ciudad.
La Mezquita no es nada parecido a lo que has podido ver hasta ahora. Situada a la orilla del mar, la imagen de las olas del mar rompiendo directamente sobre la mezquita te regalará una de esas imágenes que quedan para el recuerdo.
La visita a la Mezquita te ocupará bastante tiempo. Después te recomiendo ir a dar una vuelta por la playa de La Corniche. Es una de las zonas más animadas de todo Marruecos, con bares, hoteles, discotecas… Todo ello frente al mar. Para mí es uno de los lugares perfectos para ir a tomar algo mientras disfrutas de un entorno muy bonito. Esta zona de Marruecos es absolutamente increíble.
Día 5: Casablanca – Fez
Si quieres seguir viendo contrastes, puedes acudir al Casablanca Twin Center. Pese a que su imagen puede resultarnos familiar, lo cierto es que no te lo puedes imaginar. En su interior se encuentra uno de los centros comerciales más famosos de la ciudad.
Tras esta visita, como en toda ciudad marroquí, no puede faltar la característica visita a la Medina y sus paseos alrededor de ella. En la Medina podrás degustar la mejor gastronomía que te ofrece la ciudad, disfrutar de su arquitectura o empaparte de la amabilidad de sus gentes.
Con el turismo completamente asentado como el principal motor económico del país, enseguida te darás cuenta de la amabilidad que te ofrecen sus habitantes para proporcionarte la mejor experiencia posible.
Debido a las muchas cosas que te esperan en Fez, te recomiendo que después de comer emprendas las 3 horas de camino que te esperan hasta llegar a tu destino. Fez se convertirá en el lugar al que siempre vas a querer volver.
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Día 6: Fez
Caótica, encantadora y medieval. Estos son los tres mejores adjetivos que definen a la ciudad de Fez. No goza de una gran popularidad turística, pero es uno de los lugares de Marruecos que más encanto tiene.
Sus zocos, su ambiente y su artesanía harán el deleite de tus sentidos. Entre los diversos puntos de interés que encontrarás en la ciudad, su entrada principal a la Medina es una de las mejores imágenes de la misma. Bab Boujeloud, como se le conoce, es una puerta de ladrillos de mosaico azul que te encantará. A pocos metros de ella podrás encontrar la Madrasa Bou Inania, una de las pocas escuelas coránicas que todavía tiene una actividad diaria.
Mientras vas caminando, no pierdas detalle de las numerosas fuentes que existen en la ciudad. No tengas dudas, todas ellas son potables. La ciudad de Fez fue una de las primeras ciudades de todo el mundo en suministrar agua en las calles a sus habitantes, por lo que gozan de una gran tradición.
La Medina de Fez, conocida como la Medina de El Bali, es una de las más amplias de todo Marruecos. Perderse en ella es bastante sencillo, aunque no te supondrá ningún problema. Sin embargo, haz lo posible por encontrar la Plaza Seffarine, uno de los lugares en los que podrás apreciar la actividad de los calderos dando golpes a las placas de metal para moldearlas. Es uno de los oficios más antiguos y característicos de la ciudad.
Por último, y antes de acabar el día, te recomiendo que encuentres un lugar desde donde puedas ver el atardecer. La puesta de sol de Fez es uno de los momentos del día más mágicos que puedes encontrar en la ciudad.
Día 7: Fez
Ya que es tu último día de viaje, y los últimos días siempre suelen ser para recoger las cosas y emprender el viaje de vuelta, te voy a recomendar una de las visitas que más me gustarán.
Es rápida, no te supondrá mucho esfuerzo y te servirá para terminar de empaparte de la cultura marroquí.
Las tumbas meriníes esconden los restos de una de las dinastías más importantes del mundo: los meriníes. Pese a que las tumbas en sí las podrás ver en muy poco tiempo, el enclave es perfecto para quedarte un buen rato contemplando las vistas que te regala la ciudad. Allí encontrarás una de las panorámicas más bonitas que puedas encontrar jamás.
Como has podido comprobar, 7 días por Marruecos son suficientes para empaparte de algunas de las mejores ciudades del país. En la actualidad, el país marroquí es uno de los más prósperos del mundo, gracias al flujo de turismo que va creciendo de manera diaria. Sus gentes, sus calles y el ambiente que se respira en el país es propicio para estar una buena temporada descubriendo el gran atractivo de sus ciudades… ¿Estás preparado para enamorarte? Marruecos te espera.
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Circuito recomendado
Este mismo circuito lo puedes tener en consideración al hacer tus rutas en moto por Marruecos.
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Nos ha encantado como planteas el viaje¡¡¡
Nos alegra saberlo Carmen, esperemos que lo disfrutéis cuando os sea posible